Psicólogo para trastorno por atracón
¿Sientes que no tienes control sobre la alimentación? ¿Te sientes culpable después de haber comido grandes cantidades de comida casi sin ser consciente? El trastorno por atracón, se caracteriza por episodios donde el individuo consume cantidades excesivas de alimentos en un corto periodo de tiempo, sintiendo una pérdida total de control durante estos eventos.
Trastorno por atracón
Si sufres un trastorno por atracón es posible que experimentes episodios semanales de ingesta compulsiva, es decir, sin control y sin sentir que estás disfrutando de esa comida conscientemente. Muchas veces los atracones pueden ser «planeados» como una forma de premiarte al final del día y, en otras ocasiones, pueden ser impulsivos como forma de gestionar las emociones del momento.
Puede que. tras estos episodios, tengas sentimientos desagradables como la culpa o la vergüenza por esa pérdida de control. A veces, este remordimiento te puede llevar a esconder de cara a los demás lo que te ocurre.
El apoyo de la terapia para adultos de psicologiamariapalau y de nuestras psicólogas especializadas en gestión emocional pueden ayudar a superar este desorden alimentario, ayudándote a gestionar las emociones asociadas y enseñándote a disfrutar de la alimentación de una forma más compasiva y consciente..
Síntomas del trastorno por atracón
Las personas afectadas por el trastorno por atracón pueden manifestar exceso de peso o incluso obesidad, aunque hay casos en que mantienen un peso corporal estándar. Los síntomas del trastorno por atracón, tanto emocionales como comportamentales, comprenden:
- Ingesta de volúmenes de alimentos desproporcionadamente grandes en periodos específicos, como en un lapso de dos horas.
- Sentimiento de pérdida de dominio sobre los hábitos de ingesta.
- Continuar comiendo a pesar de sentirse satisfecho/a o en ausencia de hambre.
- Ingesta acelerada de alimentos durante episodios compulsivos.
- Llegar a un punto de saturación alimentaria.
- Tendencia a comer a solas o de manera oculta debido a la vergüenza.
- Experimentar tristeza, ira, vergüenza, culpa o frustración en relación con la manera de comer.
- Realizar dietas reiteradamente, muchas veces sin reducción de peso significativa.
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Problemas derivados del Trastorno por atracón
Quienes padecen del síndrome de alimentación compulsiva pueden experimentar:
- Exceso de peso u obesidad
- Complicaciones gastrointestinales
- Cefaleas
- Dolor articular
- Malestar en los músculos
- Ansiedad
- Dificultades para conciliar el sueño
- Estados depresivos
- Alteraciones en el ciclo menstrual en el caso de las mujeres
¿Cuándo debes consultar con un especialista si sufres este trastorno?
Si presentas signos de trastorno por atracón, es crucial que procures asistencia psicológica cuanto antes.
Las complicaciones relacionadas con el consumo excesivo pueden ser esporádicas o convertirse en un problema crónico, y tienen el potencial de continuar durante años sin la intervención adecuada.
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Objetivos terapéuticos
Los objetivos individuales se establecerán y conseguirán a través de las fases de terapia
Terapia Cognitivo-Conductual
Como ciencia, la terapia psicológica se basará en el método científico y en tratamientos empíricamente validados
Flexibilidad horaria
Sesiones que se adaptan a las necesidades y horario de cada cliente
Relación entre el trastorno por atracón y la gestión emocional
Promover una relación adecuada con la comida es muy importante para el tratamiento de este problema. El no gestionar las emociones a través de la comida y verla como un premio o un castigo abre la puerta a poder disfrutar de la alimentación de una forma más saludable. Para ello se necesitan otras herramientas de gestión emocional que se aprenden en terapia.
Tomar la decisión de buscar ayuda para el trastorno de ingestas compulsivas es un decisivo primer paso hacia la mejoría. La meta esencial de una terapia efectiva es aprender a regular la conducta alimentaria y fomentar una actitud saludable hacia el alimento, la propia imagen y las emociones.
- Evaluación Clínica
- Exámenes para identificar afecciones físicas
- Análisis de posibles condiciones psiquiátricas concurrentes
Los profesionales de la salud suelen considerar un posible diagnóstico de trastorno de ingesta evitativa o restrictiva en individuos que limitan de forma significativa su ingesta de alimentos y muestran uno o varios de los siguientes signos:
- Descenso notorio en el peso o, en el caso de menores, un desarrollo ponderal por debajo de lo esperado
- Deficiencias nutricionales críticas
- Dependencia de nutrición enteral o suplementación oral para mantener un estado nutricional adecuado
- Obstáculos sustanciales para el involucramiento en prácticas sociales y la comunicación con otros
- Ausencia de percepción alterada de la propia imagen corporal
Ante un consumo alimentario reducido que conduce a la pérdida de peso y a un déficit nutricional, los facultativos a menudo realizan pruebas para descartar patologías físicas que podrían ser el origen de dichos problemas. Dentro de estas condiciones se incluyen las alergias a alimentos, trastornos gastrointestinales que interfieren con la absorción de nutrientes (malabsorción) y neoplasias.
Igualmente, se evalúan otras psicopatologías que frecuentemente resultan en una disminución del peso corporal, como los distintos trastornos de la conducta alimentaria — particularmente la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa —, cuadros depresivos y la esquizofrenia. No se establece un diagnóstico de trastorno de ingesta evitativa/restrictiva cuando la restricción alimentaria es resultado de la falta de disponibilidad de alimentos o está arraigada en costumbres culturales, como el ayuno por motivos religiosos.
Normalmente, los médicos también descartan el diagnóstico de trastorno de ingesta evitativa/restrictiva cuando se detecta otra enfermedad subyacente o un tratamiento médico específico, como la radioterapia o la quimioterapia, que justifique la restricción en la alimentación.
La adopción de una actitud saludable hacia la comida y la imagen corporal es fundamental en el tratamiento del trastorno por atracón. No se debe centrar únicamente en la pérdida de peso, sino en desarrollar una relación más equilibrada y positiva con la alimentación.
No centrarse solo en la pérdida de peso
Es importante comprender que el trastorno por atracón no se trata solo de perder peso, sino de abordar las emociones, pensamientos y comportamientos subyacentes que contribuyen a los atracones. Al poner demasiado énfasis en la pérdida de peso, podemos caer en patrones restrictivos que no son saludables y pueden aumentar el riesgo de recaídas.
En lugar de eso, es esencial adoptar una perspectiva más amplia y centrarse en mejorar la relación con la comida y en desarrollar hábitos alimenticios equilibrados y sostenibles a largo plazo. Se trata de aprender a disfrutar de la comida de manera saludable, sin caer en comportamientos compulsivos o restrictivos.
Importancia de abordar los aspectos psicológicos del trastorno
El trastorno por atracón tiene una fuerte componente psicológica, por lo que es fundamental abordar los aspectos emocionales y cognitivos en el tratamiento. Esto implicará trabajar en la identificación y manejo de los desencadenantes de los atracones, así como en el desarrollo de estrategias para regular la ingesta de alimentos de manera saludable.
Se pueden utilizar técnicas de terapia cognitivo-conductual para trabajar en la modificación de los pensamientos y comportamientos disfuncionales asociados con los atracones. También se puede recurrir a la psicoterapia interpersonal para explorar y resolver problemas interpersonales o emocionales subyacentes que pueden contribuir al trastorno.
Búsqueda de apoyo emocional durante el proceso de tratamiento
El trastorno por atracón puede generar un malestar significativo, por lo que es importante buscar apoyo emocional durante el proceso de tratamiento. Esto puede incluir la participación en grupos de apoyo donde se comparten experiencias y se obtiene el respaldo de personas que están pasando por situaciones similares.
También resulta beneficioso contar con el apoyo de amigos y familiares cercanos, quienes pueden brindar comprensión y aliento a lo largo del camino. En algunos casos, puede ser recomendable buscar la ayuda de profesionales de la salud mental especializados en trastornos alimentarios, quienes pueden aportar el conocimiento y la orientación necesarios para superar los desafíos que surgen durante el tratamiento.
El desequilibrio en el consumo de alimentos se observa con más frecuencia en el género femenino que en el masculino. Aunque este desequilibrio puede surgir en cualquier etapa de la vida, su aparición es más habitual en la juventud o entrada la veintena.
He aquí varios factores que podrían incrementar la posibilidad de caer en un patrón de ingesta compulsiva:
Historial familiar. Si tus familiares directos han enfrentado algún tipo de trastorno relacionado con la alimentación, existe una probabilidad significativamente mayor de que tú también lo desarrolles, lo que podría sugerir una influencia genética.
Historia de restricción alimentaria. Es común que quienes padecen este trastorno hayan pasado por numerosas dietas restrictivas. Limitar la ingesta calórica puede desencadenar episodios de sobreconsumo, particularmente si coexisten síntomas depresivos.
Estado psicológico. Un número considerable de afectados por la ingesta desmedida mantiene una percepción disminuida de su valía, sus capacidades y sus conquistas. Los detonantes de estos episodios abarrotadores pueden ser el estrés, la insatisfacción con la propia imagen y la accesibilidad a alimentos predilectos.
El descontrol alimentario puede traer consigo complicaciones tanto psicológicas como físicas.
Algunas de las consecuencias directas del consumo desmesurado de alimentos son:
- Disminución en la calidad de vida
- Dificultades funcionales en el ámbito laboral, personal o social
- Retraimiento social
- Obesidad
- Afecciones ligadas al sobrepeso, como trastornos articulares, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, gastroenteritis por reflujo y ciertos trastornos respiratorios vinculados al sueño
Entre los trastornos psiquiátricos frecuentemente asociados al descontrol en la ingesta se encuentran:
- Depresión
- Trastorno bipolar
- Angustia
- Abuso de sustancias
Aunque prevenir de manera infalible el descontrol alimenticio es complejo, si experimentas señales de ingesta excesiva, es crucial buscar asesoramiento profesional. Tu médico podrá orientarte sobre las alternativas de ayuda disponibles.
Si sospechas que alguien cercano podría estar lidiando con problemas de consumo alimenticio descontrolado, anímalo a adoptar hábitos nutricionales saludables y a buscar ayuda especializada para evitar que la situación se agrave. En el caso de ser padre o madre, es recomendable:
- Promover y reforzar una visión positiva del cuerpo, sin importar la forma o tamaño
- Consultar con el pediatra, quien puede detectar signos tempranos de trastornos alimenticios y colaborar en la prevención de los mismos
Lidiar con un desorden alimenticio es retador, más aún cuando tienes que enfrentarte a la comida constantemente.
Aquí algunos consejos para manejar esta realidad:
- Sé gentil contigo mismo. Rechaza caer en la autocrítica.
- Detecta qué circunstancias desatan conductas alimentarias dañinas, así podrás preparar estrategias para enfrentarlas.
- Busca referentes positivos que te inspiren y fortalezcan tu valoración personal. Ten presente que los estándares de delgadez en medios a menudo no son representativos de lo que es saludable.
- Encuentra a alguien de confianza con quien puedas conversar abiertamente sobre tus vivencias.
- Procura tener un compañero de confianza en este camino, alguien a quien puedas llamar en momentos de crisis.
- Descubre actividades que te brinden bienestar y disfrute, como el yoga, la meditación, o un paseo tranquilo.
- Piensa en mantener un diario personal donde puedas expresar tus emociones y comportamientos. Documentar tus vivencias puede ofrecerte claridad sobre cómo tus emociones influyen en tus acciones.
El tratamiento del trastorno por atracón se centra en ayudar a las personas a controlar su alimentación compulsiva y mejorar su salud física y emocional. Existen diferentes terapias y enfoques que han demostrado ser eficaces en el control de los atracones y en el manejo de las emociones asociadas a este trastorno.
Terapias eficaces para el control de atracones
Uno de los enfoques más utilizados es la terapia cognitivo-conductual (CBT, por sus siglas en inglés). Esta terapia ayuda a los individuos a identificar los pensamientos y comportamientos negativos asociados a los atracones, así como a desarrollar estrategias para modificarlos. Además, la CBT también se enfoca en mejorar las habilidades de manejo de emociones y en fomentar una actitud más saludable hacia la comida y la imagen corporal.
Enfoque cognitivo-conductual en el tratamiento del trastorno por atracón
El enfoque cognitivo-conductual se basa en la idea de que nuestros pensamientos y creencias influyen en nuestra conducta. En el caso del trastorno por atracón, esta terapia ayuda a los individuos a identificar los patrones de pensamiento negativos relacionados con la comida y el cuerpo, y a reemplazarlos por pensamientos más realistas y positivos. Además, se trabajan técnicas de autocontrol y se establecen metas realistas para el control de los atracones.
Importancia de la psicoterapia interpersonal en el tratamiento
La psicoterapia interpersonal es otra alternativa efectiva en el tratamiento del trastorno por atracón. Esta terapia se centra en mejorar las habilidades de comunicación y relaciones interpersonales de los individuos, con el objetivo de ayudarles a desarrollar formas más saludables de manejar sus emociones y relacionarse con los demás. Además, la psicoterapia interpersonal también puede ayudar a abordar los factores subyacentes que contribuyen a los atracones, como el estrés o las dificultades emocionales.