En este nuevo blog sobre psicologia y habilidades personales vamos a hablar sobre las fobias y miedos que tenemos las personas. En la terapia para adultos online de psicologiamariapalau hemos trabajado con mútiples casos de fobias con nuestros clientes y tenemos amplia experiencia en el tratamiento de fobias y miedos.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]Las fobias consisten en miedos intensos y persistentes experimentados por algo que no representa un peligro real pero pero la persona percibe este estado de ansiedad o miedo como incontrolable, llegando a poner en marcha estrategias conductuales para afrontar la situación.
Una fobia, por tanto, es un miedo intenso, persistente y duradero que se siente por una cosa o situación concreta. ¿Pero cómo se puede reconocer? Es una manifestación emocional desproporcionada para algo que no supone ninguna amenaza real. Las personas que padecen fobias se sienten abrumados por el terror a entrar en contacto con lo que temen: una araña o un lagarto, alturas, lugares cerrados, etc.
Síntomas de las fobias
Los síntomas fisiológicos que experimentan las personas que sufren fobias son: taquicardia, mareos, trastornos gástricos y urinarios, náuseas, diarrea, asfixia, enrojecimiento, sudoración excesiva, temblores y agotamiento (síntomas de ansiedad). Estos síntomas aparecen en las situaciones en las que las personas se enfrentan a aquello que temen o que anticipan este enfrentamiento.
Fobias y evitación
Las personas con fobia, tienden a evitar las situaciones asociadas al miedo o que les generan malestar, pero a la larga este mecanismo se convierte en una trampa. De hecho, la evitación no hace más que confirmar la peligrosidad de la situación evitada y prepararse para la siguiente evitación, por lo que el miedo se ve «alimentado» y va creciendo.
Se crea así un círculo vicioso que, por un lado, lleva a desconfiar de las propias capacidades y, por otro, compromete las relaciones sociales, porque para evitar lo temido se está dispuesto a cambiar situaciones valiosas de nuestro día a día (cambio de casa, no salir a cenar, no ir al trabajo, evitar una calle concreta…)
Por ejemplo, los que tienen fobia a las agujas y a las jeringuillas pueden renunciar a las revisiones médicas; los que tienen miedo a las palomas no cruzarán las plazas, los que temen a los perros evitarán todas las situaciones en las que estén presentes, etc.
Las fobias no ocultan ningún significado simbólico inconsciente y el miedo simplemente aparece por una mala experiencia, por aprendizaje vicario o por influencia social. En este caso, el organismo asocia automáticamente el peligro con un objeto o situación objetivamente no amenazante y empieza a ser un problema cuando ponemos en marcha estos mecanismos de evitación y protección.
El artículo del mes de psicologiamariapalau
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