Hoy en nuestro blog de psicología vamos a explorar el significado de la autoexiencia. Esta puede encontrarse entre las habilidades personales de una persona, pero solo en caso de que esa exigencia no se acerque al perfeccionismo, lo que puede generar emociones desagradables, disminución de la autoestima, de la autoeficacia y aumento de la ansiedad. En estos casos nuestra terapia psicológica para adultos ha demostrado ser de gran ayuda para gestionar la autoexigencia.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]Cuando alguien pone en práctica esta cualidad de forma excesiva y/u obsesiva, puede perjudicar gravemente a la persona y a los/las que la rodean, por esta razón, en este artículo aprenderás las ventajas e inconvenientes de la autoexigencia para regular tu niveles de forma correcta.
Contents
- 1 ¿Qué es la autoexigencia excesiva?
- 2 ¿Cuándo se convierte la autoexigencia en un defecto?
- 3 Cómo detectar los primeros síntomas de alta autoexigencia:
- 3.1 Ser perfeccionista
- 3.2 No te permites cometer errores.
- 3.3 Autocrítica
- 3.4 Establecer objetivos en función de las expectativas de los demás
- 3.5 Intentar complacer a la gente
- 3.6 Comparación
- 3.7 Asumir demasiado
- 3.8 La necesidad constante de tener un logro
- 3.9 ¿Cómo reflejan los líderes la autoexigencia?
- 4 ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de la autoexigencia?
- 5 Partes de la autoexigencia o perfeccionismo disfuncional
- 6 ¿Qué significa tener estándares elevados?
- 7 ¿De dónde nace el ser autoexigente de forma excesiva?
- 8 Consecuencias negativas de la Autoexigencia
¿Qué es la autoexigencia excesiva?
En el ámbito personal, la autoexigencia excesiva es el esfuerzo que una persona se impone a sí misma para ser mejor en su rendimiento, es la búsqueda de la mejorar en todas las actividades.
En resumen, la autoexigencia es la búsqueda de la excelencia.
¿Cuándo se convierte la autoexigencia en un defecto?
La autoexigencia hace que nos presionemos hasta el punto de estar insatisfechos con cualquier cosa que hayamos conseguido, esto impide que nos sintamos bien con los pequeños éxitos, y a la larga nos desmoronamos. Además, la autoexigencia nos lleva a ser más impacientes y a tener expectativas muy altas.
Cuando los resultados que esperamos y deseamos no llegan, es muy probable que nos desanimemos. Así, es más probable que abandonemos y nos sintamos frustrados, abandonar la autoexigencia puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos sin frustrarnos.
Cómo detectar los primeros síntomas de alta autoexigencia:
Los síntomas de la existencia de autoexigencia son diversos, de entre todos los posibles síntomas de la autoexigencia hemos seleccionado los 8 más comunes:
Ser perfeccionista
La gran mayoría de las personas excesivamente exigentes también sufren la doble cara del perfeccionismo, ser autoexigente significa poner las expectativas demasiado altas, tener objetivos poco realistas te hace pensar que no eres digno.
No te permites cometer errores.
Con frecuencia, las personas exigentes se niegan a sí mismas la posibilidad de no cometer errores. Tanto es así que, al exigirse demasiado, procrastinan la mayoría de las tareas u objetivos por miedo al fracaso o al error.
Autocrítica
En efecto, si eres una persona exigente, la autocrítica es continua en tu día a día. Tanto es así que la mente y este discurso dañino perturbarán todos los aspectos de tu vida.
Establecer objetivos en función de las expectativas de los demás
Hay muchos casos en los que la sobreexigencia viene de la mano de intentar complacer a los demás, ser tan autoexigente (sobre todo en aspectos que pueden no motivar) puede llevar a la depresión.
Intentar complacer a la gente
La autoexigencia se relaciona a veces con la importancia que damos a lo que piensan o dicen de nosotros, tanto, que las personas autoexigentes anteponen las necesidades de los demás a las suyas propias.
Comparación
La autoexigencia puede ser excesiva, las personas que se autoexigen demasiado sufrirán una baja autoestima.
Asumir demasiado
Asumir demasiadas tareas puede ser uno de los signos significativos de que te exiges demasiado a ti mismo. Además, este sobreesfuerzo deja de lado los descansos, la relajación y el ocio necesarios para disfrutar de la vida.
La necesidad constante de tener un logro
Las personas que se exigen demasiado confían en sus logros o éxitos para sentirse valiosas. De este modo, asocian erróneamente el mérito con la autoestima.
Exigirse demasiado tiene varias consecuencias en la salud emocional. Las personas que sufren una autoexigencia excesiva luchan con patologías psicológicas como la depresión, la ansiedad y el exceso de estrés. En estos casos es fundamental acudir a un especialista en salud mental.
¿Cómo reflejan los líderes la autoexigencia?
Un buen líder encuentra el equilibrio entre exigir y conceder libertad y autonomía a sus empleados. Por tanto, la exigencia de un líder hacia sus empleados debe ir acompañada de amabilidad y capacidad de negociación.
Las características más importantes que comparten los líderes autoexigentes son:
- Relacionan el ser con el hacer.
- Buscan primero su aprobación y después la de los demás.
- Una persona autoexigente busca cumplir tareas o alcanzar objetivos.
- Identifica sus errores y trabaja para mejorarlos.
Un exceso de excelencia autoimpuesta puede provocar trastornos emocionales y de personalidad, por lo que es necesario tener el cuidado necesario con uno mismo.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de la autoexigencia?
Como hemos visto la autoexigencia puede tener ventajas e inconvenientes al mismo tiempo, pasamos a continuación a hacer un listado de puntos positivos y negativos de la autoexigencia:
Ventajas de la autoexigencia
- Alta eficiencia
- Resultado pulido
- Atención al detalle
- Menos arreglos
- Asumir retos
- Los perfeccionistas son grandes organizadores
- Excelentes para detectar errores
Desventajas de una persona autoexigente
Los estudios también han descubierto que las personas autoexigentes tienen mayores niveles de estrés, agotamiento y ansiedad. Así que, aunque ciertos aspectos de la autoexigencia pueden ser beneficiosos en el trabajo, las tendencias perfeccionistas también pueden afectar claramente al estado de ánimo de los empleados.
Partes de la autoexigencia o perfeccionismo disfuncional
- Un empeño desproporcionado en cumplir con las altas expectativas, sin importar el desconcierto personal que se pueda experimentar.
- Criterios de calidad estrictos, difíciles y demandantes.
- Baja capacidad para tolerar los fallos y/o contratiempos, acompañado de una autocensura rigurosa. Infexibilidad en el pensamiento.
- Centrar la autovaloración en la consecución o la aproximación a dichos criterios: el individuo a menudo se define a sí mismo como un «impostor» o como un «desastre humano».
- Atención sesgada hacia lo negativo: son capaces de identificar todos los aspectos que han hecho mal o que los han distanciado de estos criterios. No obstante, cuando el individuo logra el objetivo, no suele considerarlo o tiende a restarle importancia al logro de dicho objetivo.
¿Qué significa tener estándares elevados?
Es importante recordar que la configuración de metas y propósitos es una práctica cotidiana y normal. De hecho, podría argumentarse que es un comportamiento adaptativo. No obstante, el verdadero desafío reside en cómo los perfeccionistas manejan estas metas. En otras palabras, las personas perfeccionistas tienden a llevar al límite la consecución de los objetivos, llegando a juzgarse duramente de forma totalmente desmedida, lo cual puede desembocar en autocastigo y causarles un gran malestar.
Sin embargo, el término «meta elevada» es bastante subjetivo, dado que lo que puede ser un desafío para uno puede no serlo para otro. Por ejemplo, para algunos, correr 4 kilómetros puede ser una prueba exigente, pero para un atleta como Chema Martínez, puede ser insignificante. Lo que es esencial entender es que un estándar se considera elevado cuando es autoimpuesto por el individuo desde una perspectiva perfeccionista, se percibe como una demanda (requiere mucho esfuerzo y sacrificio) y se busca de manera inflexible.
Pero, ¿si me impongo normas rigurosas, significa que tiendo al perfeccionismo excesivo? Es crucial reconocer que la simple presencia de normas rigurosas no es suficiente para caracterizar un perfeccionismo disfuncional o una autoexigencia excesiva. Esto se debe a que una persona puede encontrar satisfacción en trabajar para alcanzar esas normas y permite ser flexible con sus metas cuando la situación lo amerita.
¿De dónde nace el ser autoexigente de forma excesiva?
La influencia de presiones externas y temores a lo desconocido generalmente da lugar a ansiedades. Este es un producto de cómo interpretamos las directrices que aprendemos a través de la vida, las cuales pueden o no generar presiones. Esto depende ampliamente de cómo internalizamos las indicaciones provenientes de diferentes orígenes externos.
- Sociedad: Nacer en los siglos XX-XXI significa tener ciertas expectativas que personas de otra época no poseerían. Actualmente, ciertos aspectos de la vida están rodeados de una presión abrumadora, como el ideal de belleza corporal.
- Entorno familiar: Las personas pueden cultivar diferentes demandas en función de las expectativas (expresadas o implícitas) que prevalecen en su entorno familiar. Por ejemplo, los progenitores que sobrevaloran el rendimiento académico pueden generar en sus hijos una aspiración excesiva por el éxito.
- Cultura: Dependiendo de la cultura, se incentivarán diversos aspectos. Por ejemplo, algunas culturas no valoran la expresión de emociones.
- Interacciones sociales: Este punto es de especial relevancia durante la adolescencia y la juventud, cuando se está formando nuestra identidad.
- Educación escolar: Lo que se experimenta y aprende en el entorno escolar puede llevar a los estudiantes a desarrollar distintos objetivos.
Consecuencias negativas de la Autoexigencia
Te describimos los efectos adversos más comunes que observamos en nuestra consulta:
- En el ámbito social: se manifiesta un aislamiento social, desvinculación de amistades, rivalidad para sobresalir entre pares, entre otros.
- Aspectos emocionales: se experimenta melancolía, depresión, un estado de ánimo persistentemente bajo, síntomas de ansiedad, desasosiego, estrés, y más.
- Impactos físicos: se incluyen tensión muscular, trastornos digestivos, fatiga corporal, etc.
- Efectos cognitivos: existe una inclinación hacia la rumiación (pensamiento recurrente sobre errores pasados), autocrítica desmedida, disminución de la concentración, y otros.
- Intereses limitados: la persona tiende a focalizarse en una sola actividad y a reducir aquellas que le resultan gratas, pues las percibe como obstáculos para el cumplimiento de sus objetivos. Por ejemplo, la persona se enfoca solo en el trabajo y descuida otras actividades recreativas.
- Manifestaciones conductuales: incluyen verificación obsesiva para hallar posibles errores, repetición constante de ciertas tareas, dedicar tiempo excesivo en realizar la tarea, postergar por temor a que la tarea contenga errores, etc.
Por otro lado, es usual que la persona presente baja autoestima. Esto significa que el perfeccionismo o la exigencia personal no son la «causa» de la baja autoestima, pero la fomentan. Es mucho más plausible que una persona con baja autoestima se refugie en el perfeccionismo para sentirse destacada en algo y así poder valorarse a sí misma.
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