Las reacciones a la pérdida del amor varían de un individuo a otro y de las circunstancias que llevaron al fin de la relación y de si fue una decisión propia, sufrida o compartida.
Muchas personas desean olvidar a su ex pareja o a su compañero de vida en pocos meses e intentan diversas estrategias. Algunas personas intentan enfocar la vida con una perspectiva totalmente diferente a la que tenían antes.
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Esta técnica funciona para pocos, ya que es imposible construir una casa nueva sin retirar los escombros de la antigua.
Para evitar o aliviar el vacío interior, algunos buscan un alivio inmediato mediante el abuso de la comida, las drogas, el alcohol, el juego, los medicamentos psicotrópicos, etc. Pero esto tiene consecuencias más graves porque alteran el estado de ánimo y cambian la percepción de la realidad, creando dependencia.
Otros se cargan de ira, tienen ideas de venganza o niegan simplemente lo que está ocurriendo. Cada reacción es diferente y está muy relacionada con nuestra forma de gestionar las emociones.
Sólo aceptando y dando sentido a lo ocurrido (sin descuidar nuestras responsabilidades) será posible ver la luz al final del túnel. Sólo si nos centramos en nosotros mismos, en nuestras necesidades y en nuestro valor, podremos mirar el presente y el futuro con nuevos ojos.