Hoy en el blog de psicologia de psicologiamariapalau hablamos de locus de control, una variable importante en la forma que tenemos de interpretar el mundo y con la que trabajamos día a día en terapia para adultos e infantil para interpretar las situaciones de una forma más realista y no tan sesgada como ocurre en problemas de depresión, ansiedad, autoestima o fobias.
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¿Qué es el locus de control?
El “locus de control” se refiere a las creencias subjetivas sobre nuestras propias habilidades para controlar, dirigir o transformar los distintos sucesos que ocurren en nuestra vida. Es decir, es la atribución que una persona hace para decidir si su voluntad para cambiar algo es o no dependiente de su conducta, si hay una correlación entre conducta y acontecimiento.
Estas creencias conforman la base de nuestro comportamiento, ya que afectan a la planificación y posterior ejecución de nuestras actividades orientadas hacia un objetivo particular, ocasionando a su vez estados emocionales muy variados.
El locus de control afecta a la manera en la que interactuamos con nuestro entorno, según el grado de control que creemos tener vamos a participar más o menos activamente en nuestra propia vida y en las distintas situaciones que nos ocurren.
Locus de control interno y externo
El locus de control es una teoría influyente en los psicólogos, propuesta por Julian Rotter en 1966. Este concepto es visto como un rasgo de personalidad que dicta cómo una persona percibe su capacidad para influir en los acontecimientos que ocurren en su vida.
Esta percepción, a su vez, puede afectar profundamente el comportamiento y las interacciones con el mundo exterior de una persona. En el transcurso de los años, el entendimiento de este constructo ha evolucionado considerablemente, desde ser considerado unidimensional a ser visto ahora como una entidad multidimensional.
En el presente artículo, exploraremos en detalle dos dimensiones clave del locus de control: el interno y el externo.
Locus de control interno
Las personas con un locus de control interno creen que son los responsables de sus propias acciones, en lugar de factores externos. Creen que sus decisiones y acciones son responsables de sus éxitos y fracasos en la vida, y que tienen el poder de influir y controlar su propio destino. Esto se considera un rasgo deseable y se ve como una herramienta para la motivación de los individuos.
Piensan que el esfuerzo conduce al éxito, es decir, su duro trabajo y dedicación son el resultado de sus logros, y que sus fracasos son el resultado de no esforzarse lo suficiente.
- Tendencia a tomar responsabilidad por las propias acciones
- Tendencia a ser menos influenciable por las opiniones ajenas
- Mayor capacidad de autoeficacia
- Tendencia a trabajar duro por aquello que se desea
- Sensación de seguridad frente a desafíos
- Mayor sensación de independencia
Locus de control externo
Las personas con un locus de control externo creen que sus vidas están controladas por el destino, la suerte u otras influencias externas. También pueden creer que sus propios esfuerzos y decisiones no influyen en sus resultados y que sus vidas están predeterminadas.
- Tendencia a culpar a factores externos por lo que pasa
- Atribución de éxito y fracaso a la suerte
- Creer que la situación no puede cambiar
- Sentir que no hay nada que se pueda hacer
- Sentimiento de inadecuación, sentirse incapaz de lidiar con situaciones difíciles
- Tendencia a experimentar indefensión aprendida
Ejemplo de atribución:
Situación: Me rechazan en una oferta de trabajo
- Locus de control interno: “Mis habilidades y experiencia no se ajustan a las necesidades de la empresa” o “No preparé la entrevista lo suficientemente bien y no les pude mostrar lo que valgo” “¡Me prepararé mejor para la próxima vez!”
- Locus de control externo: “Es que la entrevista era imposible” “No hay forma de que pudiera haber conseguido el trabajo” “Que mala suerte tengo”
Es importante señalar que locus de control interno no siempre significa «bueno» y locus de control externo no siempre significa «malo». Tener un locus de control externo puede ser bueno en aquellas situaciones que efectivamente no están bajo nuestro control o que nos pueden dañar nuestra autoestima. Y por otra parte tener un exceso de atribuciones internas nos puede llevar a responsabilizarnos de situaciones que no nos pertenecen y ser demasiado estrictos con uno mismo.
Se trata de un continuo, y las atribuciones están relacionadas con las creencias arraigadas que tenemos, que desvían el sentimiento de control hacia un extremo u otro.
Si tienes dudas y necesitas ayuda, no dudes en contactarnos o pedir un sesión de terapia individual, te podemos ayudar a obtener las herramientas necesarias para poder enfrentar la problemática. Si prefieres acudir a sesiones donde hayan más pacientes que estén pasando por la misma problemática, pide tu sesión de terapia de grupo.
Es importante por tanto, tomar conciencia de nuestros pensamientos y creencias, prestar atención a cuál consideramos que es nuestra capacidad para controlar las distintas situaciones de tu vida y tus resultados, y cuestionarnos cualquier creencia negativa o limitante. Te animo a practicar la autorreflexión y la autoconciencia, dedicar tiempo a pensar en ti, en tus sentimientos y comportamientos y trata de identificar cuales son las áreas sobre las que sí tienes control y las que no, y ver si la atribución que sueles hacer te beneficia.
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