Las habilidades sociales para los seres humanos son básicas, estamos constantemente realizando actividades sociales, necesitamos estar en contacto con otras personas y relacionarnos. Esta interacción es esencial para generar estabilidad psicológica o emocional. Tener habilidades sociales nos sirve para tener un desempeño adecuado en situaciones de interacción social. Psicológicamente, tener más habilidades sociales se asocia con menor ansiedad social, por lo que su entrenamiento puede ayudar en la disminución del malestar social.
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¿Qué son las habilidades sociales?
Las habilidades sociales se definen como un conjunto de comportamientos (conductas, pensamientos y emociones) interpersonales que podemos tener o no, cuya función es ayudar a las personas a establecer relaciones respetuosas y de bienestar con los demás y a tener interacciones sociales eficaces, sin experimentar ansiedad o emociones muy desagradables. Permiten la interacción y la creación de relaciones afectivas más satisfactorias.
Las habilidades sociales son tanto aquellas verbales como las que atañen a la comunicación no verbal. Es crucial que habilidades como la empatía por ejemplo, se trabajen desde pequeños, pues hay muchas dinámicas de empatía para niños disponibles para fomentarla, lo que puede prevenir problemas futuros y mejorar la gestión emocional desde edades tempranas.
Lo importante es que las habilidades sociales se aprenden, al igual que conducir o tocar un instrumento, a base de práctica. Así que si eres de las personas que lo pasa mal cuando tiene que hablar con otras personas, pedir algo o llevar la contraría, eso puede cambiar.
Algunas de las habilidades sociales y de comunicación más importantes podrían ser:
- La empatía: Nos permite comprender las situaciones a las que se enfrentan los demás y mostrar emociones que nos unen a ellos/as. Implica también habilidades de validación emocional.
- La asertividad: Es la capacidad de actuar y expresar tanto opiniones como ideas, que se exteriorizan para defender los propios derechos y respetando los de los demás. Aquí entrarían habilidades como decir que no, pedir disculpas, hacer preguntas, pedir favores…
- El respeto: Es la tolerancia por las opiniones y acciones de los demás. Si bien no compartimos la misma opinión, el respeto ayuda a mantener relaciones estables. Aquí encontraríamos habilidades como dejar espacio para comunicarse a otras personas o habilidades de escucha activa.
- La resolución de conflictos y negociación: Es la capacidad de encontrar alternativas para ayudar a conseguir soluciones. Se combina con la negociación.
¿Cómo se clasifican las habilidades sociales y cuáles son sus características?
Es necesario tener en cuenta tres dimensiones. La conductual, la cognitiva y finalmente contextual.
Habilidades sociales básicas
Son las que primero se aprenden durante la primera etapa del desarrollo de las personas. Se pueden definir como fundamentales, porque influyen en el inicio de la comunicación interpersonal. Ejemplos de este tipo son las habilidades comunicativas del lenguaje, que permiten la conversación verbal.
Habilidades sociales avanzadas
Estas pueden ser aprendidas o adquiridas a través del establecimiento de relaciones afectivas. Estas son más complejas porque intervienen factores como la opinión personal y la capacidad de ser asertivo. Permiten reaccionar adecuadamente ante diferentes situaciones. Ejemplos de este tipo son la capacidad de seguir instrucciones, de disculparse, la empatía, la asertividad, la capacidad de negociación y de resolver conflictos.
Ejemplos prácticos aplicando las habilidades sociales
Un buen desarrollo social depende de la puesta en práctica de estas habilidades, que facilitan el establecimiento de una comunicación emocional sana, porque permite adaptarse a cualquier contexto. A continuación, se describen algunos ejemplos:
- Iniciar una conversación: Generar el inicio de una conversación que se adapte a las circunstancias. Ej: Cuando te encuentras al finalizar el trabajo con un amigo “¿cómo ha ido tu día? Yo la verdad que no he parado…”, cuando ves a un compañero de clase con un libro “¿qué estás estudiando?”, si estás en una fiesta “me encanta la música que han puesto, ¿qué estilo de música te gusta?”. Sin embargo, si te presentan a alguien nuevo no sería socialmente adecuado iniciar una conversación diciendo “odio estar aquí”.
- Decir que no: Implica empatía y el uso de un lenguaje adecuado. Ej: Si te invitan a tomar algo, pero tienes mucha faena, una buena forma sería “te lo agradezco mucho pero hoy no me va bien, podemos quedar otro día” en vez de decir que sí y estresarte más.
- Pedir ayuda: Implica ser consciente de la necesidad de apoyo o consejo. También implica la capacidad de elegir la situación y de aceptar una respuesta que no es la que te gustaría. Ej: pedirle a un amigo que te pase sus apuntes de matemáticas un día en el que no has podido asistir a clase sería adecuado, pedirle el mismo favor todos los días probablemente no, así como pedírselo a alguien que no conoces.
- Reaccionar a las críticas: Implica autocontrol y asertividad. Ej: si te hacen una crítica, una forma de reaccionar negativamente sería sin decir nada y pensando “ya verá cuando tenga la oportunidad de devolvérsela”, sin embargo, una forma más adecuada sería escuchar la crítica, analizarla y si tiene razón, actuar en consecuencia y si no es así, explicar que se está en desacuerdo “comprendo que te puedas sentir así, pero no ha sido mi intención, ha sido un malentendido”
Las habilidades sociales son una parte importante del desarrollo y mantenimiento de la autoestima. Si cada individuo presenta deficiencias en el manejo de estas habilidades, existe una predisposición a sufrir alteraciones psicológicas como consecuencia.
Fuentes:
-Caballo, V. E., Piqueras, J. A., Antona, C., Irurtia, M. J., Salazar, I. C., Bas, P., & Salavera, C. (2018). La autoestima y su relación con la ansiedad social y las habilidades sociales (No. ART-2018-105830)-Roca, E. (2014). Cómo mejorar tus habilidades sociales. Acde |