En este nuevo blog de psicología de psicologiamariapalau, hablamos sobre el efecto que la intolerancia a la incertidumbre, la cual podríamos definir como la intolerancia al malestar que nos genera la imposibilidad de tener certeza ante los acontecimientos futuros.
En la terapia online para adultos de psicologiamariapalau, tratamos a diario con pacientes que sufren problemáticas relacionadas con la incertidumbre, la ansiedad y la toma de decisiones. Si no puedes evitar sentirte bloqueado/a y ansioso/a por la incertidumbre y está empezando a afectar a tu vida diaria o a tu autoestima, buscar ayuda especializada puede ayudarte a obtener las herramientas necesarias para poder enfrentarte a la situación.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]Contents
¿Qué entendemos por incertidumbre?
La incertidumbre hacer referencia a la falta de certeza que tenemos sobre los acontecimientos o sobre sus resultados. Por ejemplo, no saber si vamos a ser aceptados en un trabajo.
La imprecisión de los acontecimientos o incertidumbre genera dudas e incluso malestar. Complica la toma de decisiones porque carece de previsibilidad y no nos proporciona un conocimiento cierto sobre cómo actuar.
El problema es que la incertidumbre es algo que forma parte de nuestras vidas y un cierto grado de el no poder prever el resultado de las situaciones es inseparable de las nuevas experiencias y puede ser algo positivo, como un estímulo para desafiarse a uno/a mismo/a y conocerse mejor.
Por tanto, eliminar por completo la incertidumbre de nuestras vidas es imposible y es importante aprender a tolerar cierto grado.
Sin embargo, en algunas situaciones, es posible experimentar un miedo excesivo a lo que desconocemos. Esto nos lleva a poner en práctica estrategias de afrontamiento disfuncionales para el crecimiento psicológico y el bienestar, que nos llevan a acabar ese miedo o ansiedad.
A nivel psicológico, experimentar incertidumbre significa tener miedo a lo desconocido, lo que también se denomina «intolerancia a la incertidumbre» (IU), que es un factor importante de vulnerabilidad personal.
¿Cuáles son las implicaciones de la intolerancia a la incertidumbre a nivel psicológico?
El término «intolerancia» se refiere a la incapacidad de soportar, en este caso, la incertidumbre. Si es tu caso, es posible que desarrolles una tendencia a anticipar y a intentar controlar las consecuencias de una situación evaluada como arriesgada.
Como resultado, experimentarás una respuesta emocional negativa, miedo o ansiedad, preocupación excesiva y desregulación emocional. En muchas ocasiones, las personas que experimentan una intolerancia a la incertidumbre elevada desarrollan creencias negativas sobre lo desconocido y sus consecuencias.
Todo esto provoca una mayor tendencia a reaccionar negativamente desde el punto de vista emocional, cognitivo y conductual ante situaciones y acontecimientos inciertos. Es decir, situaciones cuyo resultado (positivo, neutro o negativo) se desconoce porque aún no se han producido, empiezan a tener consecuencias emocionales negativas (tristeza, miedo…).
La intolerancia a la incertidumbre desempeña un papel fundamental en los problemas de ansiedad, ya que lleva a sobrestimar la probabilidad de que se produzcan acontecimientos inesperados, negativos y amenazadores. Es decir, se interpreta la información ambigua como una fuente de amenaza.
Todo esto lleva a un sentimiento de falta de habilidades y herramientas adecuadas para afrontar situaciones repentinas y negativas. En consecuencia, tienden a evitar los acontecimientos evaluados como inciertos.
Estrategias desadaptativas de gestión de la incertidumbre
Una primera estrategia de gestión de la incertidumbre consiste en evitar la información y los estímulos amenazadores que puedan desencadenar emociones negativas. La evitación se ve reforzada por una reducción de la ansiedad, que, contrariamente a lo que pueda parecer, es un factor que mantiene la propia ansiedad.
De hecho, impide que la persona procese la experiencia emocional y experimente la ausencia del vínculo entre el estímulo incierto y las consecuencias adversas.
Una segunda estrategia es la hiperimplicación. En un intento de aumentar la certeza, las personas pueden, por ejemplo, centrarse demasiado en un acontecimiento.
Así, inician una búsqueda excesiva de información, piensan insistentemente en posibles resultados futuros y en acciones relacionadas.
Por el contrario, la falta de compromiso puede dar lugar a la búsqueda de distracciones dedicándose a otras actividades.
La impulsividad, por otra parte, implica actuar sin pensar en las consecuencias de las propias acciones. Se intenta eliminar la incertidumbre de inmediato. Este modo también puede conducir a un comportamiento arriesgado o perjudicial para uno mismo.
Otra estrategia posible es la indecisión. Adopta la forma de no actuar, provocada por la dificultad de elegir entre las estrategias anteriores.
Por último, el «flip-flop» consiste en el cambio continuo y repentino de estrategia, por el que la persona oscila entre buscar la certeza y evitar la incertidumbre.
De forma aún más drástica, la impulsividad puede adoptarse como estrategia para eliminar la incertidumbre y sus consecuencias. Puede conducir a un comportamiento transgresor y de incumplimiento de las normas. A menudo se asocia a la creencia de que abandonar/cambiar los hábitos es más perjudicial que las posibles consecuencias negativas para la salud propia y ajena.
El resultado, en ambos casos, es la imposibilidad de procesar la situación temida. Lo más probable es que las emociones negativas, como la ansiedad, el miedo, la ira y la culpa, de las que intentamos defendernos, surjan de forma persistente y sin previo aviso.
El artículo del mes de psicologiamariapalau
No te pierdas nuestro artículo sobre como desarrollar una alta autoestima