En este nuevo blog sobre psicología de las relaciones personales de pareja, hablamos sobre como el estrés laboral puede ser un factor de riesgo para el bienestar de la vida de pareja, afectando a aspectos concretos de la relación como la comunicación y el distanciamiento mutuo.
La calidad de la relación de pareja se expresa en términos de satisfacción, felicidad, funcionalidad, buena adaptación y estabilidad y predice el bienestar individual y de la pareja. Si crees que tu y tu pareja necesitais ayuda de un psicólogo especialista en terapia de parejas para poder seguir avanzando en vuestra relación, dejando atrás los problemas que os llevaron hasta la situación actual, en psicologiamariapalau podemos ayudaros a recuperar la energía que tuvisteis un día y aumentarla.
Demostrando la estrecha relación entre el bienestar y la calidad de la pareja, algunos investigadores muestran que las parejas que experimentan relaciones satisfactorias tienen bajos niveles de estrés psicológico, en contraste con las parejas insatisfechas que informan de síntomas depresivos y ansiosos con mayor frecuencia.
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Factores de riesgo y protección de la calidad de las relaciones
¿Cuáles son los factores de riesgo y de protección que hacen que la vida en pareja sea satisfactoria, duradera y feliz, y cuáles son, en cambio, las fuentes de inestabilidad y de conflicto que impiden su buen funcionamiento?
Falta de Comunicación en la pareja
Muchos estudios han analizado la calidad marital desde la perspectiva de las disfunciones comunicativas y los factores de protección. Las parejas insatisfechas, en crisis o conflictivas suelen expresar patrones de comunicación disfuncionales y potencialmente perjudiciales, ineficaces para gestionar las interacciones diarias y la resolución de problemas. Una de las dinámicas comunicativas que suelen estar presentes en las parejas insatisfechas es el patrón petición-huida, en el que uno de los miembros de la pareja (normalmente la mujer) pide insistentemente abordar un problema y el otro (normalmente el hombre) evita la discusión, huyendo de ella.
Las habilidades positivas de comunicación o de resolución de conflictos, como la empatía, la apertura al otro, el humor y el comportamiento no verbal (sonreír y utilizar un tono de voz cálido y tranquilizador) pueden, en cambio, proteger la relación del conflicto y se asocian positivamente con la calidad de la relación.
Eventos estresantes ajenos a la relación
Los acontecimientos cotidianos ajenos a la relación, especialmente cuando se repiten a lo largo del tiempo, también pueden ser una fuente de estrés para los cónyuges. Uno de los retos de las familias modernas es la conciliación de la vida laboral y familiar. Detrás de los rápidos cambios en el trabajo de los últimos años, centrados en el aumento de la competencia y la productividad, la introducción masiva de nuevas tecnologías y el rápido aumento de las mujeres en el mercado laboral, a menudo se mantienen los roles de género tradicionales, en los que el hombre es el principal responsable del cuidado económico de la familia y la mujer del hogar y los hijos. El estrés laboral puede interferir en el buen funcionamiento de la relación de pareja al disminuir la capacidad de comunicación de los cónyuges durante la resolución de conflictos o problemas, aumentando las interacciones conflictivas, los intercambios negativos y la agresividad.
Cercanía lo lejanía con la pareja
Uno de los aspectos más interesantes estudiados por la comunidad científica en relación con el abanico de factores relacionales en momentos de estrés de la pareja es la cercanía de la pareja. Las cuestiones relativas a la cercanía y la distancia, el tiempo que pasan juntos o solos, la participación en actividades individuales o compartidas, suelen ser especialmente relevantes para las parejas jóvenes y tienden a cambiar con el tiempo, durante el curso natural de la relación.
Las investigaciones muestran que las mujeres desean más cercanía en sus relaciones íntimas que los hombres, lo que probablemente refleja los roles tradicionales de género que ven al sexo femenino como afiliativo y al masculino como independiente y autosuficiente.
Las diferencias de género también pueden influir en el significado atribuido a la cercanía: dado que los hombres tienden a considerar que los actos prácticos de cuidado crean cercanía, mientras que las mujeres suelen expresarla a través de la emocionalidad, estas últimas pueden percibir el grado de cercanía con su pareja como escaso. Por tanto, desde esta perspectiva, la cercanía afecta al bienestar psicológico y a la satisfacción conyugal.
Horarios cerrados y exigentes de trabajo
Los cambios de los últimos años en el mundo del trabajo exigen una disponibilidad muy alta de los trabajadores en términos de horarios más largos y mayor compromiso, que afectan negativamente a la calidad del tiempo familiar.
Además, las exigencias laborales cada vez más intensas implican una serie de factores de riesgo psicosocial que afectan a la esfera psicológica del individuo, empeorando su salud y seguridad y afectando a la relación de pareja de forma negativa.
En la dimensión de la pareja, el estrés laboral se traduce a largo plazo en un menor número de experiencias compartidas entre los miembros de la pareja, peores estrategias de autoaprendizaje y de afrontamiento diádico, menor calidad de la comunicación con una mayor propensión de los miembros de la pareja a utilizar patrones de comunicación negativos o a retirarse de las interacciones, mayor expresión de ansiedad, rigidez y hostilidad mutua, y mayor riesgo de problemas psicológicos y físicos, como trastornos del sueño, disfunciones sexuales y trastornos del estado de ánimo.
Las consecuencias del estrés laboral
Una de las consecuencias del estrés laboral en la vida de pareja es la disminución de la cercanía entre los miembros. Muchas parejas dentro de matrimonios felices experimentan un mayor distanciamiento o falta de comunicación en épocas de estrés laboral, lo que podría reflejar un signo de deterioro de la relación o un mecanismo de protección puesto en marcha por la pareja para proteger el vínculo.
Distancia entre los miembros de la pareja
El aumento de la distancia física y psicológica en los días estresantes, de hecho, no pondría en peligro a las parejas, sino que podría ser una expresión de un mayor sentimiento de compartir e intimidad entre los miembros de la pareja. El aumento de la distancia en respuesta al estado de ánimo negativo de la pareja sirve, por tanto, para proteger la relación. En general, el estrés parece aumentar el distanciamiento entre los miembros de la pareja, pero este efecto varía en función de los distintos niveles de calidad marital y de la filiación socio-étnica.
Aumento de las discusiones conflictivas
Las parejas estresadas tienden a aumentar la frecuencia de las interacciones conflictivas, como la crítica, el desprecio, el comportamiento defensivo y la agresión mutua, que afectan negativamente a la satisfacción marital.
Además, las conductas comunicativas negativas que se producen durante los conflictos son más previsibles en las parejas estresadas que en las no estresadas, porque las primeras suelen encadenarse en una escalada de secuencias comunicativas de las que es difícil escapar.