Además, un entorno de trabajo tóxico te sigue a casa. Toma el control de tus emociones, te roba el sueño, te causa preocupación y estrés, incluso agotamiento.
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Pistas para detectar un ambiente laboral tóxico
Este artículo te ayudará a comprender si tus problemas laborales son el resultado de un estrés laboral generalizado o de algo peor, es decir, de un entorno tóxico que hay que evitar. Descubre 7 pistas que te ayudarán a detectar un ambiente laboral que no es saludable:
1) Mala comunicación
Una comunicación insuficiente, confusa o dispersa es la causa de muchos problemas en el trabajo.
He aquí algunos ejemplos de mala comunicación:
– Falta constante de claridad sobre los objetivos y valores de la organización
– Diferentes empleados reciben diferentes mensajes
– Comunicación pasivo-agresiva
– No escuchar a los directivos
Una mala comunicación suele provocar confusión y falta de objetivos en los empleados. Por lo tanto, los problemas surgen y se intensifican, lo que a menudo conduce a las siguientes otras pistas.
2) Combricks, exclusiones y cotilleos
Todos sabemos cómo es un grupillo de trabajadores o de amigos. Se trata de un grupo de personas, tanto en el trabajo como en la escuela, que se reúnen, toman café juntos, se ríen de sus propios chistes y, en general, excluyen a cualquiera que no pertenezca a su estrecho círculo.
En resumen, los grupillos son contraproducentes en el trabajo. Aunque tener amigos y conocidos en el lugar de trabajo es bueno, es mejor evitar cualquier comportamiento que pueda ser de grupillo
He aquí algunas señales de advertencia:
– Sensación constante de exclusión de un grupo de personas;
– Un grupo particular comiendo, tomando café y aperitivos juntos;
– A menudo se ofrecen proyectos a un grupo concreto, independientemente del talento o la experiencia;
– Gran parte de la jornada laboral se pasa chateando en plataformas de mensajería.
Si reconoces que el comportamiento de camarilla también incluye a los empleados de nivel directivo, entonces esto es lo más tóxico que puede haber.
3) Mala dirección
Hay un viejo dicho: «No se deja un trabajo, se deja un mal jefe». El mal liderazgo puede infiltrarse en todas las fibras de una organización, y a menudo lo hace.
A veces un mal líder es producto de su mal jefe, y así sucesivamente. Es esta jerarquía de malos jefes la que hace que todo el ambiente de trabajo sea decididamente tóxico.
Es posible que tengas un/a jefe/a que está dispuesto/a a culpar a todo el mundo menos a sí mismo/A. O puede que tengas la suerte de tener un jefe «sin respeto», que envía correos electrónicos a todas horas, se olvida de cómo se escribe tu nombre y probablemente ni siquiera sabe lo que haces.
4) Empleados desmotivados
Cuando te encuentres en un lugar de trabajo lleno de compañeros desmotivados, pagarás las consecuencias:
– Soportas un montón de trabajo del que ellos no se ocupan y te encuentras quemado;
– Su falta de motivación te hará enfadar y el enfado te perjudicará.
Al igual que tus compañeros pueden inspirarte para trabajar más, ser mejor y crear nuevas ideas, del mismo modo, si no están motivados, pueden desgastarte.
Sea cual sea la causa, si todos los que te rodean no están motivados, estás en un entorno de trabajo tóxico.
Por desgracia, a menos que estés en una posición de liderazgo, este problema es indicativo de problemas mucho mayores y es poco probable que aprendas o crezcas en este entorno.
5) Crecimiento profesional ahogado
Hablando de crecimiento, si no lo experimentas, tu entorno de trabajo puede ser tóxico, aunque sólo lo sea para ti.
Si tu entorno de trabajo no parece ofrecerte movilidad, oportunidades de aprendizaje o tutoría, lo más probable es que no esté invirtiendo en el crecimiento de sus empleados. Cuando reconozcas que no estás en un entorno que te permita crecer, puede ser el momento de cambiar de trabajo.
6) No hay equilibrio entre el trabajo y la vida privada
El equilibrio entre el trabajo y la vida privada es esencial para la supervivencia. Ningún ser humano debería estar siempre de servicio. Si tu trabajo requiere que estés de guardia todo el tiempo, es tóxico. Si tu jefe te pide que respondas a los correos electrónicos en pleno sábado, todos los sábados, tu trabajo es tóxico.
Sí, a veces las cosas suceden en momentos inoportunos. Sin embargo, si trabajas con la expectativa de estar siempre disponible para trabajar, tu trabajo (en mi humilde opinión) es una basura tóxica.
Una buena forma de evitar este tipo de lugares de trabajo tóxicos es establecer límites. Si no se cumplen tus límites, o al menos puedes transigir, probablemente el entorno no sea para ti.
7) Provoca un sentimiento visceral negativo
Cuando comes alimentos en mal estado o demasiados dulces, tu estómago es tu mejor señal de alarma. Del mismo modo, si tu intestino, o tu estómago, te dice que tu lugar de trabajo es malo, probablemente
lo es.
¿Cómo detectar un ambiente de trabajo negativo o tóxico?
Todo lo anterior plantea la pregunta: ¿quién o qué es responsable de la toxicidad en el lugar de trabajo? ¿A quién hay que responsabilizar? ¿Es culpa de los directivos tóxicos? ¿Se debe a la elevada rotación de personal que perturba el funcionamiento de los equipos?
Los individuos de todos los niveles de una organización pueden contribuir a la toxicidad en el lugar de trabajo. La toxicidad puede empezar con los líderes de la empresa, los malos gestores o los empleados desinteresados. A menudo son las tres cosas a la vez.
Al igual que cualquiera puede crear toxicidad, cualquiera puede también resolver el problema. Como he dicho antes, todos tenemos la opción de alimentar esa toxicidad o no. Podemos elegir sufrir o hacer algo para solucionar el problema, si no podemos hacerlo, es mejor encontrar un entorno más adecuado a nuestros valores, nuestras necesidades y nuestras capacidades.