En este nuevo artículo sobre psicología de psicologiamariapalau.com, hablamos sobre que es el refuerzo intermitente en una relación, como distinguirlo y como actuar ante este problema. ¿Alguna vez te has encontrado atrapado en una relación que parece una montaña rusa emocional? Donde un día todo es felicidad y al siguiente, solo hay silencio y distancia. Esto es lo que llamamos refuerzo intermitente en las relaciones de pareja, y si es demasiado, puede ser un signo de una relación tóxica.
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¿Qué es el refuerzo intermitente?
Las conductas de las personas, seamos conscientes o no, están condicionadas por las circunstancias que ocurren en nuestro entorno. Seguro que tiendes a repetir más aquellos comportamientos que están premiados o alentados de algún modo, mientras que tratas de evitar llevar a cabo acciones que van a ser castigadas, juzgadas y criticadas.
Estas contingencias positivas o negativas a veces son sutiles y no llegamos a percibirlas, pero tienen gran influencia. Entre ellas, una de las que más efecto puede tener en nosotros es el denominado refuerzo intermitente.
El refuerzo intermitente es un mecanismo de aprendizaje introducido por el psicólogo conductista B.F. Skinner, dentro de su teoría sobre el aprendizaje por condicionamiento operante. Este tipo de reforzamiento tiene lugar cuando recibimos la recompensa solo en algunas ocasiones tras haber emitido la conducta, y en otras no, es decir, cuando lo que tratamos de perseguir al realizar algo aparece sólo a veces, de forma impredecible.
A simple vista podría parecer que esta dinámica nos haría perder interés. Al ver que no recibimos el premio, podríamos optar por dejar de intentarlo. Sin embargo, ocurre todo lo contrario: podemos llegar a obsesionarnos y mantenernos repitiendo la conducta con mucho más interés y enganche que si siempre recibiéramos el premio. De hecho, el refuerzo intermitente es una de formas más eficaces de mantener un comportamiento a largo plazo.


Es importante añadir que los refuerzos son aquello que constituye una consecuencia positiva para la persona y, por ende, hacen que la conducta emitida se repita y se mantenga. Pueden ser de dos tipos:
Refuerzos positivos: se aporta un premio o una recompensa a raíz de la conducta emitida. Por ejemplo, cuando te elogian o te agradecen por un trabajo bien hecho.
Refuerzos negativos: se retira un estímulo aversivo o desagradable después de emitir la conducta. Por ejemplo, si en tu trabajo os comunican que los empleados que consiguen mejores ventas quedan libres de acudir a trabajar los viernes por la tarde.
¿Cómo trasladamos esto a situaciones de la vida cotidiana? ¿Y en las relaciones de pareja?
Como hemos comentado, el refuerzo intermitente es un tipo de reforzamiento en el que solo se refuerza la conducta de una persona en algunas ocasiones.
Por ejemplo, si premiamos a un niño con un dulce siempre que recoge su habitación, terminará perdiendo el interés. En cambio, si el dulce se entrega de forma intermitente le generará expectativa, deseo y un cierto grado de ansiedad que le llevará a esforzarse para poder volver a conseguir ese ansiado premio que tuvo y quiere volver a conseguir.
Otro ejemplo de ello es cuando una persona te elogia a veces sí y otras veces no, o te da muchas muestras de atención y cariño seguidas de dosis de indiferencia o reproches. Este patrón de refuerzo de la conducta es altamente adictivo, al no saber cuándo se administrará el refuerzo, la conducta se refuerza mucho más.
Esta dinámica la podemos observar en mecanismos como las máquinas tragaperras, el bingo o las apuestas para así generar adicción en sus jugadores, puesto que la persona sabe que, si repite la conducta, en algún momento conseguirá su ansiado refuerzo (económico) y cuanto más y más la repita más cerca se sentirá de esa posibilidad.


Este tipo de refuerzo también aparece en las relaciones interpersonales, esto explicaría porqué las parejas o personas que no siempre nos dan atención, es decir, que a veces se muestran cariñosos, interesados, atentos y otras veces nos ignoran, o hacen como si nada, incluso tienen actitudes tóxicas y dañinas, enganchan mucho más que relaciones y personas que te proporcionan estabilidad. Sin embargo, a largo plazo sabemos que esto puede generar relaciones abusivas, baja autoestima y síntomas ansioso- depresivos, entre otros muchos.
¿Cómo detectar si se está produciendo refuerzo intermitente en mi relación?
Como hemos comentado la técnica de refuerzo intermitente hace que la persona se vuelva dependiente debido a los altibajos y “enganche” de la relación. Esto mantenido en el tiempo puede llevar a relaciones de dependencia emocional / tóxicas e incluso abusivas. Si quieres aprender a detectar esta situación, a continuación te comparto las señales claras del refuerzo intermitente:
- Tu pareja te inunda de mensajes por momentos y en otros está ausente/ distante sin motivo e incluso desaparece
- Se aleja bruscamente tras un momento de aparente intimidad.
- Te hace sentir muy bien a través de piropos, palabras de afirmación, pero luego se dan situaciones en las que te devalua fuertemente.
- Vuelve justo cuando tú comienzas a poner límites o distancia y por fin estabas un poco mejor.
- Tienes una relación marcada por muchas peleas/ rupturas que generan gran malestar seguidas de reconciliaciones de gran intensidad.
- “Nos queremos mucho, pero también nos hacemos mucho daño”
¿Cómo actuar ante el refuerzo intermitente en una relación de pareja?
Lo más importante será aprender a detectarlo. Si notas que alguien aparece de tu vida, desaparece, muestra atención o interés ahora sí, ahora no, te elogia y después muestra indiferencia…
Y todo ello, sin una coherencia lógica que tenga conexión con tus acciones, entonces estás ante un patrón de refuerzo intermitente. Tal vez seas tú quien lo esté haciendo sin darte cuenta.
Una vez identificado, te debes preguntar si realmente te compensa el sufrimiento que la relación te ocasiona. También, es importante obtener refuerzos en el resto de áreas de tú vida, y no únicamente en relaciones de amistad o sentimentales. Supone una gran oportunidad para empezar a hacer cosas nuevas, abrirse a lo desconocido y cultivar otros aspectos de tú vida que tienes olvidados.


El refuerzo que busquemos debe ser coherente y constante, para evitar volver a caer en otro refuerzo intermitente. Además, es esencial trabajar la autoestima y el amor propio, conocernos, ser conscientes de cuáles son nuestras necesidades, nuestros límites, invertir tiempo en uno/a mismo/a y hacer actividades que nos gusten y en las que pasemos tiempo con nosotros mismos.
Es importante destacar que en caso de que existan problemas para salir de este tipo de relaciones o que nos sea difícil trabajar nuestra autoestima, acudir a un profesional para que te guíe en este proceso puede servir de una gran ayuda. Nosotras trabajamos en psicologiamariapalau con gestión emocional en nuestra terapia para adultos y también en terapia de parejas.