En este nuevo blog de psicología sobre terapia y salud emocional hablamos del café, una de las bebidas más populares del mundo. Varios estudios científicos han examinado sus efectos sobre la salud, tanto inmediatos como a largo plazo.
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El café y el cerebro
La cafeína afecta al sistema nervioso central (SNC) de diferentes maneras, principalmente en relación con la forma en que la cafeína interactúa con los receptores de la adenosina, un neurotransmisor que promueve el sueño. Las neuronas del cerebro tienen receptores específicos a los que puede unirse la adenosina. Cuando se une a esos receptores, produce ese efecto sedante y relajante que buscamos en el sueño.
La cafeína y la adenosina tienen una estructura molecular similar. Por tanto, cuando la cafeína está presente en el cerebro, compite con la adenosina para unirse a los mismos receptores, por lo tanto, si la cafeína ocupa estos receptores, la adenosina no puede hacer su efecto y es más fácil mantenernos «despiertos» o «despejados..
Funciones cerebrales estimuladas por la cafeína
La cafeína también estimula el sistema nervioso central al estimular la liberación de noradrenalina, dopamina y serotonina, todos ellos neurotransmisores y áreas relacionadas con el placer y con el estrés.
La cafeína puede mejorar varios aspectos de la función cerebral, como el estado de ánimo, el tiempo de reacción, el estado de alerta, la capacidad de aprendizaje y el umbral de atención. Hay que tener en cuenta que, al consumir regularmente cafeína, se puede desarrollar algo de dependencia y tolerancia a la cafeína.
Esto significa que puede ser necesario consumir más café que antes para conseguir los mismos efectos. Sin embargo, hay que destacar que no se recomienda un consumo excesivo de cafeína.
El café y la memoria
El café y la cafeína también pueden afectar a la memoria. Los estudios sugieren que la cafeína puede tener un efecto positivo significativo tanto en la memoria a corto como a largo plazo, aumentando la capacidad de reconocer imágenes y haciendo que los recuerdos sean más nítidos, pudiendo ser buena para épocas de estudio, por ejemplo (siempre en las cantidades recomendables).
El café y las enfermedades neurodegenerativas
El café, a largo plazo, puede proteger contra enfermedades cerebrales como el Alzheimer y el Parkinson. La enfermedad de Alzheimer provoca pérdida de memoria y problemas cognitivos y de comportamiento.
¿Cómo saber si deberías limitar el consumo de cafeína?
Sin embargo, al consumir café, y en general cafeína, hay que tener en cuenta las posibles reacciones adversas que ocurren especialmente cuando la cantidad es alta. La moderación es esencial, ya que si se consume en exceso, la cafeína puede provocar ansiedad, nerviosismo, palpitaciones y problemas de sueño.
Algunas personas son sensibles a la cafeína, mientras que otras pueden beber varias tazas al día sin efectos secundarios. Dicho esto, algunas personas deben limitar esencialmente su consumo de cafeína, como los niños, los adolescentes, las personas con hipertensión, las que padecen trastornos gastrointestinales (la cafeína provoca un aumento de la síntesis de ácido en el estómago), así como en otros problemas (por lo que es recomendable preguntar a un especialista).
Como conclusión, tomar café en dosis adecuadas para la mayoría de personas puede traer grandes beneficios tanto neuroprotectores, en la memoria y en el estado de ánimo, sin embargo, el tomarlo en grandes cantidades o con algunas patologías no es indicado y se relaciona con una serie de problemas físicos y psicológicos mencionados anteriormente.