Desarrollada en las décadas de 1960 y 1970, la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es el tipo de terapia más utilizado en todo el mundo. Los terapeutas pueden utilizarla para tratar una amplia gama de trastornos, y es una terapia eficaz para mucha gente.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]En este nuevo artículo sobre psicología de psicologiamariapalau, te hablamos sobre los beneficios de la terapia cognitivo conductual y te explicamos todo lo que necesitas saber sobre ella:
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¿Qué es la Terapia Cognitivo-Conductual?
La Terapia Cognitivo-Conductual -o TCC- es una terapia hablada para los trastornos mentales, se basa en la idea de que nuestros pensamientos y nuestra conducta están conectados. Ayuda a las personas a comprender y cuestionar los pensamientos que influyen negativamente en su comportamiento. Normalmente se lleva a cabo durante un número determinado de sesiones y es un tipo de terapia centrada en la solución.
¿Cómo funciona la TCC?
La TCC funciona ayudando a las personas a comprender sus pensamientos y el modo en que influyen en su comportamiento.
Para empezar, el psicólogo trabajará contigo para evaluar los patrones de pensamiento actuales. Estos suelen incluir distorsiones cognitivas, que contribuyen a los síntomas.
Por ejemplo, muchos trastornos mentales implican cierto grado de filtro mental, esto ocurre cuando centramos todos nuestros pensamientos en los aspectos negativos de una situación y nos cuesta ver los positivos.
Comprender los patrones de pensamiento actuales es un primer paso esencial, una vez que hayas desarrollado esta comprensión, el terapeuta puede ayudarte con los dos pasos siguientes:
- Desafiar y sustituir los pensamientos distorsionados por pensamientos más constructivos.
- Cambiar el modo en que te comportas en respuesta a los desencadenantes.
Esto es lo que hace que la TCC sea tan eficaz, permite a las personas comprender su trastorno y tomar medidas positivas para cambiarlo, esta es una combinación poderosa que funciona.
¿En qué puede ayudar la TCC?
La TCC aplicada tanto en terapia individual como en terapia grupal, se ha aplicado con éxito a una amplia gama de trastornos mentales, estas son algunas de las afecciones más comunes para las que se utiliza:
Depresión
La TCC se desarrolló originalmente para tratar la depresión, y hoy en día sigue siendo una de las formas de terapia más utilizadas para este trastorno, también se han desarrollado versiones informatizadas de la TCC para ayudar a las personas con depresión a tratarse en casa. La terapia ayuda a identificar los pensamientos negativos que contribuyen a la depresión y a sustituirlos por otros más acertados y racionales.
También te ayuda a identificar cualquier cambio de comportamiento que pueda contribuir a mejorar tu estado de ánimo, por ejemplo, a las personas con depresión a menudo les cuesta levantarse de la cama por la mañana, y también tienden a alejarse de los amigos y la familia, así como de las actividades que antes disfrutaban. La TCC puede ayudarte a hacer cambios graduales en estas áreas de tu vida, de forma que te sientas manejable.
Ansiedad
La TCC es una de las formas más eficaces de terapia para la ansiedad. Puede ayudar a tratar muchos tipos de ansiedad, como el trastorno de pánico, la ansiedad social y las fobias.
El aspecto de la TCC que consiste en desafiar el pensamiento es fundamental para el tratamiento de la ansiedad, ya que las distorsiones cognitivas suelen ser las responsables del aumento de la sensación de ansiedad (por ejemplo, «catastrofizar» o centrarse en el peor escenario posible).
El componente conductual de la TCC para la ansiedad suele implicar una exposición graduada, lo que significa enfrentarte gradualmente a tus miedos en lugar de evitarlos, de forma que puedas controlar y reducir tu miedo en cada paso. Se trata de un aspecto muy eficaz de la TCC para la ansiedad.
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
La TCC es una de las principales opciones de tratamiento recomendadas para el TOC.
La terapia consiste en comprender qué está impulsando tus pensamientos intrusivos y rituales no deseados, y aprender a responder de forma diferente para que disminuyan con el tiempo.
Además de comprender los pensamientos que conducen al comportamiento compulsivo, la TCC puede ayudar a las personas que padecen TOC a cuestionar también su comportamiento.
Plantea la pregunta:
¿Qué ocurriría si te resistieras a tus compulsiones?.
Por ejemplo, si tu TOC está motivado por el miedo a la contaminación, tu terapeuta de TCC podría animarte poco a poco a desafiar este miedo, esto podría implicar un acercamiento gradual a tocar objetos que consideras contaminados, sin lavarte después las manos, con el tiempo, la exposición repetida ayuda a reducir los síntomas.
Trastornos alimentarios
La TCC es un tratamiento eficaz para muchos trastornos alimentarios, utilizándose distintos tipos de TCC para los distintos trastornos.
Es una de las formas más eficaces de tratar la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, por lo que suele ser la primera línea de tratamiento para estos trastornos.
La anorexia nerviosa suele ser más compleja y requiere un enfoque multidisciplinar. Pero la TCC desempeña un papel importante y es uno de los tipos de tratamiento más recomendados.
Esquizofrenia
Las personas con esquizofrenia suelen padecer psicosis, que incluye delirios o escuchar voces. Estos síntomas pueden ser extremadamente estresantes, y se ha descubierto que el estrés empeora los síntomas de la esquizofrenia.
La TCC puede interrumpir este ciclo negativo, ayudando a las personas a hacer frente a sus síntomas y a mejorar su calidad de vida, especialmente cuando se utiliza tras un diagnóstico precoz.
¿Cuáles son los beneficios de la TCC?
La terapia cognitivo-conductual tiene muchas ventajas sobre otras formas de terapia cuando se trata de tratar enfermedades mentales, he aquí algunas de ellas:
1. Da esperanza a la gente sobre su enfermedad
La naturaleza de los trastornos mentales hace que quienes los padecen se sientan a menudo pesimistas sobre su futuro. Puede ser difícil pensar en un futuro en el que tu enfermedad ya no te afecte.
La TCC cambia esta situación, dando esperanza a la gente. Lo hace ayudando a la gente a ver que nuestros pensamientos no siempre son exactos. No siempre representan lo que es probable que ocurra en la realidad.
Cuando aprendemos a cuestionar nuestros pensamientos, abrimos nuestra mente a nuevas posibilidades y la posibilidad de que la vida sea muy diferente.
2. Ayuda a desarrollar la autoestima
Muchas enfermedades mentales están asociadas a una baja autoestima. Esto alimenta el ciclo de pensamientos negativos que influyen en el comportamiento, y viceversa.
Pero la TCC puede alterar este patrón y ayudarte a desarrollar más confianza en tus propias capacidades.
Cuando empiezas a comprender cómo funcionan tus pensamientos -y cómo están bajo tu control- todo tu sistema de creencias cambia. Esto incluye la forma en que te ves a ti mismo.
3. Puede ayudar a la gente a relajarse
El aspecto conductual de la TCC nos ayuda a aprender a controlar cómo respondemos a nuestros síntomas. Muchas veces, esto implica desarrollar respuestas más tranquilas utilizando diversas técnicas de relajación.
Esto nos ayuda a regular nuestras respuestas a los desencadenantes y a reducir los síntomas.
4. Desarrolla procesos de pensamiento más racionales
La principal ventaja de la TCC es que nos ayuda a controlar nuestros pensamientos. Las distorsiones cognitivas son habituales y a menudo se producen automáticamente, sin cuestionarlas.
Con el tiempo, el proceso de cuestionar y sustituir los pensamientos negativos puede transformar nuestros procesos de pensamiento.
Ya no permites que los pensamientos negativos tomen el control, sino que puedes pensar racionalmente y evaluar la respuesta adecuada a situaciones difíciles.
En conclusión, la TCC es una forma muy eficaz de terapia hablada con una amplia gama de aplicaciones. Puede que no sea adecuada para todo el mundo -o que deba utilizarse junto con otras formas de tratamiento terapéutico para obtener los mejores resultados-, pero a menudo es un muy buen punto de partida.