¿Sabes cómo decir no en situaciones de las que te gustaría salir o que te das cuenta de que te perjudican? Este es un campo muy estudiado dentro de la psicologia que estudia las habilidades personales de las personas, este concepto se llama asertividad y puede sacarte de apuros en el trabajo, en las relaciones, entre amigos.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]Algunos tenemos autodominio y lo manejamos sin demasiada dificultad, mientras que otros realmente necesitan hacer algo de trabajo interior. ¿Perteneces a esta segunda categoría? Si es así, puede que aquí encuentres consejos realmente útiles. En psicologiamariapalau tratamos tanto en nuestra terapia individual como en nuestra terapia de parejas o grupal, la capacidad de los miembros para desarrollar la asertividad.
En caso de ni tener desarrollada laasertividad, la persona puede acabar apuntándose o haciendo todo lo que le propongan, con las consecuencias que lleve.
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¿Por qué es difícil decir no?
Esta palabra mágica te permitiría hacer una selección necesaria entre lo que es realmente importante y lo que no lo es. ¿Los compromisos que se acumulan son prioritarios? ¿No puedes prescindir de ellos? O, más sencillamente, no puedes decir que no? En este vídeo dedicado, te explico cómo aprender a decir que no.
¡Decir que no parece tan difícil! A menudo da la sensación de estar cometiendo un pecado mortal o de estar dejando pasar alguna oportunidad importante, de hecho, imperdible. Sin embargo, se trata de un sentimiento de culpa completamente irracional.
Hay otra razón que nos impide pronunciar el monosílabo de la salvación: el timor (también irracional) de desagradar u ofender a alguien. «Pero si digo que no, ¿no se sentirá decepcionado?», seguro que te has preguntado.
Cómo aprender a decir no
Lo más importante, y lo que realmente sería prioritario, es comprender lo que realmente queremos. Es necesario hacer un trabajo sobre nosotros mismos. Nuestro «no» no es un rechazo categórico y apriorístico, sino una decisión inteligente, una elección que hacemos para protegernos.
Pregúntate si lo que tienes que hacer es realmente necesario o si renunciar no es gran cosa. Decir no es importante para proteger nuestra esfera personal y dar espacio a lo que es realmente prioritario. De hecho, el rechazo oculta bastantes ventajas.
Decir que no es difícil porque encuentras excusas y pretextos, agarrándote a un clavo ardiendo. Así que decir que no requiere honestidad, decir la verdad. A veces la honradez requiere valor, mientras que rodear el obstáculo parece más fácil, pero es uno de los comportamientos que denotan inseguridad. Toda la «infraestructura» tras la que te escondes sólo crea incomodidad en ti, y además corres el riesgo de que tu interlocutor te «desenmascare».
El efecto indirecto de la honradez te permitirá reconocer a las personas que son realmente tus amigos: una persona amistosa aceptará tu no porque comprende tus necesidades reales. Recuerda que alejarse de las personas negativas mejora la salud. Y no hay nada malo en decir que no, si sirve para no sacrificar un tiempo precioso para ti.
¿Cómo decir no educadamente y sin ofender?
Como corolario de lo que acabamos de decir, la idea de ofender a alguien está toda en tu cabeza. Es importante trabajar en ti mismo y mejorar: decir no educada y afablemente es simplemente una respuesta a una propuesta. No tienes que comportarte de forma agresiva ni estar a la defensiva, no es necesario. A menudo subestimas tus propios recursos y los de la persona que tienes delante: una persona que se preocupa por tu tranquilidad no se sentirá ofendida por tu educado «no».
¿Cómo decir no sin sentirte culpable?
Segundo corolario de lo dicho anteriormente: no debes tener miedo de decepcionar a alguien o de perder lo que consideras la oportunidad de tu vida. El «no» que digas te hará más fuerte, te ayudará a mejorar tu autoestima y aportará claridad en tu interior, entre las miles de situaciones potenciales que abarrotan tu mente y entre las cuales sólo unas pocas son realmente importantes. De hecho, en este otro vídeo te muestro cómo saber decir no te ayuda a vivir plenamente.
¿Cuáles son los contextos más habituales en los que es difícil decir que no?
Acabamos de hablar de la asertividad. Esta preciosa palabra revela un equilibrio perfecto de intenciones y acciones. La persona asertiva llega a expresar libremente sus posturas y pensamientos. Saber decir no es precisamente esto último. Pero ¿en qué contextos es más difícil declinar propuestas o rechazar situaciones?
Decir no en el trabajo
Es difícil decir que no al jefe, a un colega, delegar una tarea: sientes que es demasiado lo que está en juego.
«¿Y si defraudo las expectativas? «¿Qué consecuencias dramáticas podría tener mi negativa?» Ninguna, si no te entretienes en explicaciones y excusas y te comportas con respeto y cortesía.
Decir no en una relación
Cuando recibimos un rechazo, nos sentimos heridos, ofendidos en nuestros sentimientos. Rechazar a alguien tampoco es fácil. Sin embargo, en este caso, decir no es una manifestación evidente de sinceridad y claridad, en lugar de mantener a raya a una persona y darle largas. Nunca como en estas circunstancias, es importante ser educado, tener tacto y respetar a quienes tenemos delante. Incluso cuando no hay complicidad en la pareja, decir no puede ayudarte a deshacerte de una situación que llevas arrastrando demasiado tiempo.
Decir no a los niños
A menudo, consentir a los niños es un atajo para no tener que lidiar con rabietas, llantos y peticiones insistentes. En realidad, «no» es formativo y necesario para crecer. Lo importante es intentar no ceder a las regañinas, porque es poco probable que los niños entiendan si se les regaña. Sé afable, pero firme. ¡Recuerda que decir no no comprometerá tu relación con tus hijos!
Si aún tienes dudas sobre cómo saber decir que no y temes ser incapaz de hacerlo, no puedes perderte mi videocurso Supera tus miedos que te ayudará a desarrollar valor y confianza en ti mismo, aprendiendo el método científico para superar tus miedos y alcanzar las metas de tus sueños.