En este nuevo artículo de psicología de psicologiamariapalau, hablamos sobre la apatía. Se trata de uno de los problemas que vemos a diario durante la terapia para adultos y adolescentes. Aquí te presentamos qué es la apatía, cómo identificarla y cuáles son los primeros pasos para cambiarla.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]¿Qué es la apatía?
La apatía es una falta de interés o motivación en las actividades que normalmente serían placenteras o importantes para una persona. Puede manifestarse como una sensación de indiferencia o una falta de emoción. Todos/as hemos podido experimentar apatía en alguna ocasión, aunque también puede tratarse de un síntoma de una variedad de problemas psicológicos, como trastornos depresivos o de ansiedad, o puede ser una reacción a un evento estresante o traumático.
Sin embargo, sentir apatía no implica que haya algún problema médico detrás. A veces, simplemente, nos encontramos más bajos de energía o nos cuesta encontrar motivación con alguna actividad o en momentos concretos. La pérdida de interés, ese sentirse indiferente al mundo, vacío y apático, es un problema común que puede darse cuando uno/a se siente estresado/a (apatía por estrés), poco motivado/a, o simplemente agotado/a y necesita tiempo para sí mismo/a, es decir, lo más habitual es que se trate de estados de ánimo pasajeros.
Síntomas de la apatía
Como hemos comentado, la apatía es una condición caracterizada por una falta de motivación o interés en varios aspectos de la vida. A menudo se asocia con un estado de malestar o desesperanza. En este estado, existe una indiferencia a nivel cognitivo y emocional hacia la mayoría de los estímulos, y la voluntad o el deseo de actuar es notablemente ausente.
Los síntomas de la apatía se pueden dividir en tres categorías: conductuales, cognitivos y emocionales. Algunos síntomas comunes pueden incluir:
- Falta de motivación
- Indiferencia
- Falta de entusiasmo y de emoción
- Fatiga/Cansancio
- Pérdida de interés en las relaciones
¿Cómo reducir mi apatía?
Para superar esta apatía, es importante identificar la causa subyacente y abordarla de manera efectiva. Algunas estrategias que pueden ayudar a reducir la apatía incluyen:
- Sal de tu zona de confort: Aunque sea muy difícil trata de tener la voluntad de cambiar tu falta de motivación y empujarte a ti mismo/a a salir de la zona de confort, en forma de pequeños retos. Este pequeño paso hará que disfrutes más de tu día a día y puedas comprobar que sigues sintiendo emociones. Te permitirá reconectar con la vida.
- Establece objetivos y metas: Divide tus objetivos en pequeños pasos. Esto puede ayudar a aumentar tú motivación y proporcionar un sentido de propósito a tu vida. Es importante establecer metas alcanzables y realistas.
- Crea una rutina: Una rutina diaria puede proporcionar estructura y ayuda a establecer hábitos saludables. Incluye actividades que normalmente te resultan placenteras o sean significativas.
- Ejercicio físico: El ejercicio puede ayudar a mejorar tú estado de ánimo y aumentar tus niveles de energía. Incluso una actividad física moderada puede ser útil.
- Toma recompensas y refuerza tus logros: En muchas ocasiones no nos mimamos a nosotros/as mismos/as. De esta forma uno de las estrategias para reducir la apatía será precisamente intentar tomar recompensas por cada acción que te haya supuesto un esfuerzo. Es importante reforzar todos los pasos que vamos dando.
- Practicar la gratitud: Haz una lista de cosas por las que estás agradecido/a puede ayudar a enfocarte en lo positivo y a cambiar la perspectiva.
- Habla con un profesional: Si la apatía persiste o es grave, hablar con un profesional de la salud mental puede serte útil. Te podrá proporcionar estrategias de afrontamiento adicionales y evaluar si es necesario tratamiento adicional.