En este nuevo blog sobre psicología de psicologiamariapalau y más en concreto sobre habilidades personales, hablamos sobre el miedo a conducir o la amaxofobia. Este es un tipo de miedo que incapacita a quien lo sufre de conducir en diferentes situaciones específicas o genéricas, dependiendo del caso particular y puede acarrear problemas en el desarrollo normal de la vida diaria.La terapia individual para miedos y fobias, al igual que la terapia grupal online, pretende ayudar a quienes desean desarrollar sus recursos para afrontar las dificultades y los problemas de su vida.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]La amaxofobia no es un término muy conocido, pero existe y identifica el miedo persistente e incapacitante a conducir un vehículo a motor, que puede materializarse en el momento mismo de la conducción o de antemano, ante la idea de ponerse al volante.
En la clasificación científica de los trastornos mentales, la amaxofobia se define como una fobia específica del subtipo situacional. Para ser clínicamente significativo, este tipo debe durar al menos seis meses consecutivos, ir acompañado de reacciones físicas y psicológicas significativas atribuibles al estrés, socavar masivamente la vida social o laboral de la persona afectada, y definirse como un miedo irracional y desproporcionado a la situación concreta.
Esta fobia afecta a hombres y mujeres por igual y no está más presente en un grupo de edad que en otro.
Contents
Cómo se manifiesta el miedo a conducir
Esta fobia se manifiesta de diferentes maneras y toca varios niveles: emocional, de pensamiento, fisiológico y de comportamiento.
El nivel emocional implica ansiedad e intensa preocupación ante la mera idea de tener que conducir. Este mecanismo lleva entonces a pensar, es decir, a la creación de fantasías negativas incluso antes de subir al coche.
Por otra parte, a nivel fisiológico, la Amaxofobia puede implicar algunos de estos síntomas: taquicardia, sensación de vertigo, mareos excesivos, sensación de confusión, tensión muscular, nudo en la garganta, aumento de la frecuencia respiratoria o dificultad para respirar, sensación de falta de aire, trastornos gástricos o urinarios, disentería, sudoración excesiva y ataques de pánico con miedo a desmayarse o morir.
La aplicación de estrategias para evitar el problema, por último, entra dentro de las manifestaciones conductuales.
Posibles orígenes psicológicos
El miedo a conducir y a tener el control de un vehículo está muy a menudo asociado a otras características típicas de una personalidad inmadura como la inseguridad, la falta de autoestima y la poca o nula confianza en las propias capacidades.
Las personas que padecen amaxofobia se ven frenadas, de hecho, por un sentimiento de inmovilidad física y psicológica que a menudo tiene sus raíces en un conflicto no resuelto entre la autonomía y la conducta.
Mientras que por un lado simboliza la libertad de moverse de forma independiente, por otro también puede experimentarse como un acto que conduce a la novedad y a lo desconocido que, precisamente por ser desconocido, se convierte en algo aterrador y temible, un salto a la oscuridad lejos de la protección de los padres.
Tipos de miedo a conducir más comunes
La maxofobia no es universal, sino que se materializa en diferentes formas. Estos son los más comunes:
Miedo a conducir por la autopista
Este miedo suele manifestarse con ansiedad severa, taquicardia, tremores y falta de aire y se desencadena la mayoría de las veces por la idea de no mantener bajo control los múltiples factores que existen al conducir por la autopista, como las velocidades mínimas y máximas que hay que mantener y la presencia de otros coches y camiones que circulan a gran velocidad.
Miedo a conducir en túneles
Las personas que padecen esta fobia tienen miedo a entrar en los túneles y quedar atrapados en ellos. Este miedo desarrolla mecanismos similares a la claustrofobia y genera la sensación de que no hay salida del túnel. Los síntomas de este tipo son sensación de falta de aire, vértigo, taquicardia y sudoración.
Miedo a conducir de noche
El miedo a conducir de noche tiene un origen muy similar al miedo a la oscuridad en los niños y se debe en gran parte a la idea de que no poder ver bien limita las posibilidades y la capacidad de actuar. Es algo bastante común, sobre todo cuando te enfrentas por primera vez a una carretera sin iluminar.
Cómo superar el miedo a conducir
La amaxofobia es una perturbación que puede ser bastante incapacitante porque afecta fuertemente a la vida de las personas que la padecen, limitando su libertad. Por eso es fundamental enfrentarse a la fobia e intentar poner en práctica estrategias alternativas para evitar el problema, como ir acompañado a los lugares o confiar en el transporte público.
Estas son algunas técnicas para intentar superar el miedo a conducir:
Cuida tu coche
Mantener tu coche en el mejor estado posible es un primer paso para la tranquilidad. Por tanto, un buen hábito es revisarlo regularmente con un mecánico para asegurarse de que está en buen estado de funcionamiento.
Además, crear un entorno favorable a tu alrededor también contribuye a reducir los niveles de ansiedad y a aumentar tu sensación de confianza. Por lo tanto, procura mantenerla limpia, ordenada y perfumada en todo momento
No tengas prisa
Tomarte tu tiempo para llegar a tu destino sin imponerte un límite de tiempo predeterminado en muchos casos ayuda a mantener la calma y a sentirte más cómodo al volante.
Como no dejarse influir por la conducción de otras personas y conducir arrullado por las notas de tu lista de reproducción favorita.
Céntrate en la respiración
La respiración también es clave para frenar esta fobia. De hecho, practicar la respiración controlada ralentiza los latidos del corazón y genera una sensación de relajación inmediata y una disminución de los niveles de estrés.