Seguro que has escuchado a varios psicólogos hablar de la importancia de dormir bien. Dormir bien es básico para tener una ¡ buena salud, vivir más y mejor y protegernos de enfermedades.
Según psicología del sueño, las personas adultas necesitamos dormir alrededor de 7-8 horas por noche. El problema es que entre la velocidad a la que vivimos, el estrés y la necesidad de ser súper-productivos, estas horas no se cumplen en muchos casos.
[SHORTCODE_ELEMENTOR id=»16243″]¿Qué hacer para combatir el insomnio y mejorar la calidad del sueño?
La mentalidad de que vivimos para ser productivos se ha vuelto el principal enemigo a la hora de dormir bien y está teniendo efectos negativos en la salud física y mental de todos/as.
Dormir bien para vivir más
Dormir bien no sólo es sinónimo de un mejor rendimiento en el trabajo o en los estudios, también nos ayuda a protegernos contra enfermedades, a afrontar los problemas del día a día de forma distinta y a gestionar nuestras emociones. Cuanto más duermes, más vives.
Aunque en las redes esté de moda dormir 4 horas, levantarse a las 5:00 de la mañana y ser lo más productivo posible, la realidad es que cuanto menos dormimos, menos vivimos: el número de enfermedades vinculadas por la ciencia a la falta de sueño va en aumento, desde la diabetes a los trastornos mentales, pasando por la enfermedad de Alzheimer, el cáncer y la obesidad.
La sociedad nos empuja a que seamos más activos que nunca, pero la verdad es una: todos los aspectos de nuestra vida biológica se ven afectados por el sueño, su duración y calidad.
¿Cómo remediarlo?: vuelve a dormir ocho horas por noche, y siempre que pueda ser, de calidad.
La importancia del tener una rutina para dormir
Crear una rutina antes de acostarse es una forma perfecta de preparar el cuerpo para dormir, pero también de decirle al cerebro que es hora de desconectar y descansar. Aquí te dejamos una serie de hábitos para encontrar el sueño más rápido y que sea de calidad.
1. Acuéstate pronto
Esto es importante, ya que nuestro cuerpo está diseñado para entrar en la fase de sueño en coherencia con la luz solar que recibe. No tiene ningún sentido acostarse a las 2:00 de la mañana. Un buen ejemplo sería acostarse sobre 10 u 11 de la noche.
2. Come ligero por la noche
Si quieres dormir bien, la cena es recomendable que sea ligera porque la digestión requiere mucho esfuerzo y energía del cuerpo, lo que afecta al sueño. También es importante cenar a la hora adecuada: al menos tres horas antes de acostarse.
3. Evita las pantallas
Para dormir bien, debes evitar el uso de pantallas durante al menos una hora antes de acostarte. Ya sea tu móvil, tableta, PC o televisión, las luces azules producidas por estos aparatos inhiben la producción de melatonina, la hormona que sincroniza el ciclo del sueño y la regulación de nuestro ritmo biológico. Puedes elegir otras opciones como leer para que te entre sueño.
4. Baja la temperatura de la habitación
Ala hora de acostarte, tu cerebro baja la temperatura corporal para ayudarte a dormir, por lo que una habitación más fresca activa antes el proceso y garantiza un sueño instantáneo y de calidad. El calor puede interferir en esta fase.
5. Haz ejercicios de respiración
La respiración lenta es una técnica que favorece el sueño ya que disminuye nuestra activación física. Además, al hacer esta técnica de respiración nuestra atención está focalizada en las sensaciones físicas lo que ayuda a desconectar de los pensamientos y por tanto, poder dormir.
6. Crea una rutina regular
Nuestros cuerpos adoran las rutinas basadas en horarios regulares porque regulan nuestro reloj interno y facilitan conciliar el sueño por la noche. La rutina puede incluir, ponerse el pijama, lavarse los dientes, practicar la respiración… pero intentando que sea constante y más o menos en un horario similar. Si un día se rompe la rutina ¡no pasa nada!.
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